Nizhny Novgorod está apenas a 430 kilómetros de Moscú y es uno de los lugares más tranquilos con los que me he topado en Rusia. Y vaya que eso es un milagro, tomando en cuenta la fiebre mundialista.
Quizá se debe a que el estadio de esta localidad solo albergará cuatro partidos de la primera fase, uno de octavos de final y uno de cuartos de final… y en ninguno está la selección rusa, al menos por el momento.
Las calles se encuentran descongestionadas. Todos caminan libremente y poco es el ruido de los hinchas, no como en Moscú o San Petersburgo, donde hay caravanas, un grupo musical en cada esquina o aficionados con cánticos y bebidas.
Nizhny es muy diferente. Para el partido entre Rusia contra Uruguay la mayoría que ingresó a la zona del Fan Fest eran rusos que querían ver a su selección. Resultaba complicado encontrar a infiltrados de otras nacionalidades, pero sí estaba un grupo de panameños que iban de pasa a Saransk, al Mordovia Arena, donde el 28 de junio juega Panamá contra Túnez.
La parte del Kremlin queda en lo alto de la ciudad, donde se visualiza el estadio y los ríos que lo rodean. Nizhny es solo un sitio tranquilo pese a tener una población de 1.2 millones de habitantes.