Brasil contra Costa Rica era un partido que prometía una latitud diferente al resto. Sin embargo fue una atmósfera donde ambos equipos no se arriesgaron ni buscaron el gol como se esperaba.
Brasil lo intentó un poco más y le valió para ganar sobre el tiempo de reposición gracias a los goles de Philippe Coutinho y Neymar.
Pero esta no será una crónica del partido sino una percepción del comportamiento de los jugadores dentro de la cancha. Empezaré por el que busca atraer siempre la atención: Neymar. Un jugador que hace mil cosas para poner todos los focos a su dirección como el único director de la banda verdeamarela.
Busca las faltas y en otras las exagera. Reclama al árbitro cualquier entrada y al final siempre termina en el césped. Toma el balón rápidamente cuando hay una falta; es la primera opción para ejecutar un tiro libre, un penal…Todos los focos son para Ney.
Neymar, la figura brasileña
Y es que Neymar se lanza y todo y exige penal. Él ya tiene el balón en sus manos e intenta presionar al árbitro Bojorn Kuipers para que le señale todo con poco éxito porque el neerlandés no se traga uno y demuestra conocer la picardía del astro del PSG.
Pero hubo penal, Bojorn no se lo traga y pide revisión del VAR, dudando si realmente era o no falta. Confirmado: No era penal pero tampoco tomó la tarjeta amarilla para amonestarlo, como si lo hizo minutos después luego de un reclamo airado del ex azulgrana.
Marcelo alzó sus manos en señal de inconformidad pero el partido siguió su curso al igual que el marcador. Un jugador que suele ser expresivo en la cancha, al igual que Casemiro, no tuvieron el protagonismo que en el Real Madrid con sus reacciones. Esto es Brasil y las cirscuntancias son diferentes.
El que si es sereno bajo el travesaño es Keylor Navas. Frío y calculador como pocos, el meta de los merengues era el principal referente de la selección centroamericana. Muestra seguridad y control en su área.
Un portero que al final del encuentro fue el único que tuvo el gesto de despedirse y agradecer al público tico por apoyarlos.
Pero Neymar no es así. Luego del gol se desbordó en llanto y al final terminó cubriéndose el rostro y las lagrimas como una muestra de que luego de haber superado la lesión regresa y con el gol.
Jugadores como Coutinho, Paulinho, Thiago Silva se dedican a jugar y no reclamar. Y luego tenemos a los aficionados que dan cuerda a su creatividad y siempre presentan los mejores atuendos como sombreros, ropa, pinturas, pancartas… La verdeamarela sufrió y todavía no tiene los deberes hechos.